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7/2/2023
5
min

Seis consejos para mejorar nuestra resiliencia en el trabajo

¿Qué es la resiliencia? La psicóloga Edith H. Grotberg, experta en la temática, la definió como la capacidad humana de afrontar y superar situaciones adversas a través de la creación y utilización de recursos psicológicos, provocando, a su vez, el fortalecimiento de nuestra salud mental y bienestar general como consecuencia. 

El estudio de las bases neurales de la resiliencia ha demostrado que este fenómeno no solo está altamente asociado a los circuitos cerebrales de la motivación y la toma de decisiones (corteza prefrontal), el miedo (complejo amigdalino), la memoria (hipocampo) y la regulación de las emociones (sistema límbico) que posee cada individuo para afrontar el estrés, sino que también puede llegar a modificarlos (Cathomas et al., 2019; Hunter et al., 2018; King, 2016).

En el día a día, ya sea en el trabajo o en nuestras vidas personales, nuestros cerebros procesan, codifican y almacenan información para anticipar posibles situaciones futuras y cómo gestionarlas de manera eficiente. A pesar de ser una cualidad innata en todos los seres humanos, la resiliencia también es una habilidad que puede ser cultivada y potenciada. Esto explica el que existan personas que puedan hacer frente a la adversidad personal o profesional con mayor eficacia que otras.

La resiliencia en el ámbito laboral

Un estudio publicado en el Harvard Business Review (2021) determinó que, a nivel organizacional, la resiliencia es una habilidad que se entrena en equipo. Asimismo, esta investigación resaltó que reforzar la empatía o el humor, desarrollar un propósito y una política en común, tener perspectiva y visión, mejorar la carga de trabajo y darnos un empujón entre todos, puede potenciar la resiliencia o la ¨tenacidad cognitiva¨ de los empleados en el ámbito laboral.

La resiliencia es un factor imprescindible para el éxito profesional del empleado y de la empresa, ya que fomenta el desarrollo de relaciones laborales sanas entre los integrantes del equipo y de un buen desempeño en común. Como toda habilidad, requiere de práctica y, tal como lo explica la Dra, Rafaela Santos (2021), psiquiatra y presidenta del Instituto Español de Resiliencia, ¨la resiliencia es una resistencia flexible que debemos entrenar¨. A continuación, te explicamos cómo hacerlo.

¿Cómo potenciamos la resiliencia en el trabajo?

Siendo perseverantes

La clave de la resiliencia yace en la consistencia y en el esfuerzo, es decir, en la perseverancia. Una persona resiliente tendrá la motivación de agotar todas las posibilidades existentes para alcanzar los objetivos y cumplir los propósitos que se ha planteado. Ser perseverante implica ser eficiente en la toma de decisiones, ser capaz de adaptarse a las circunstancias y ser proactivo e ingenioso al proponer soluciones para las distintas problemáticas que puedan surgir. Lo importante es probar distintas alternativas y aprender de los errores. En resumen, ¡no te des por vencido!

Siendo flexibles (flexibilidad vs. rigidez cognitiva)

No podemos definir ¨resiliencia¨ sin flexibilidad, ya que es un factor inherente de este fenómeno. Una persona resiliente es capaz de cambiar de estrategia si la circunstancia lo demanda. Esta habilidad se conoce como ¨flexibilidad cognitiva¨, y básicamente nos ayuda a adaptar nuestro comportamiento en un entorno nuevo o cambiante, a ser mejores en la resolución de problemas y en la toma de decisiones. Por el contrario, la rigidez cognitiva nos hará abordar un problema de la misma manera siempre, a pesar de que no produzca los resultados que queramos. Solamente hay una solución para no padecer rigidez cognitiva: ¡mantener la mente abierta!

Generando autoconfianza y dejando el miedo a un lado

El miedo es una respuesta de nuestro cerebro ante una posible amenaza. Puede provocar cambios en nuestra fisiología y en nuestra conducta, generando hasta un efecto de lucha, huida, parálisis o anulación en nuestro sistema. Una persona resiliente no permite que el miedo al cambio, a la imperfección y al fracaso sea un obstáculo.  ¿Por qué? Porque la resiliencia es justamente lo contrario, es la capacidad de adaptación a los cambios, el establecimiento de expectativas realistas y alcanzables, y la enseñanza de que un error es más que un fracaso, es una oportunidad de aprendizaje que nos hace madurar y ser más capaces. Para sobrellevar el miedo con la ayuda de la resiliencia se tendrá que generar motivación y autoconfianza. La teoría de la autoeficacia, propuesta por el psicólogo Albert Bandura, indica que para llevar a cabo este propósito, hay que estar preparado para todas las eventualidades posibles, ser positivo incluso en la adversidad, tener presente los logros alcanzados, pero por sobre todo, lo importante es actuar.

Manteniendo una perspectiva positiva (oportunidad vs. obstáculo)

Lo que muchos pueden interpretar como un obstáculo o un problema, será catalogado como un reto o una oportunidad por los resilientes. Este enfoque es propio del psicólogo Martin Seligman, iniciador de la Psicología Positiva. Esta corriente psicológica hace hincapié en la regulación de las emociones, ya que se centra en estudiar las experiencias y las emociones positivas de las personas, y cómo estas vivencias ayudan a potenciar la calidad de vida, tanto en el contexto personal como en el laboral. Actualmente, este enfoque se está implementando a nivel organizacional para mejorar el ambiente laboral, y como consecuencia, incrementar la productividad en el trabajo. Por esto, recuerda: todo es cuestión de perspectiva. No es un problema que nos frene, ¡es un reto que lograr!

Gestionando el estrés y regulando las emociones

Los picos de trabajo y la presión laboral pueden ser una fuente de estrés para todos. Las personas resilientes no son inmunes al estrés, pero no se aferran a él. Varios estudios incluso han demostrado que ser resiliente tiene un efecto protector ante el estrés, ya que las personas resilientes presentan una menor secreción de cortisol, la hormona del estrés, la cual altera la actividad bioquímica de nuestro cerebro para mal, afectando negativamente nuestra capacidad de concentración y memoria. La mejor forma de gestionar el estrés y regular las emociones a través de la resiliencia es por medio de la autoconciencia. Al tener pleno conocimiento de nuestras aptitudes, motivaciones y limitaciones, de qué emociones sentimos y por qué, seremos capaces de desarrollar estrategias que nos permitan sobrellevar la adversidad y vencerla. Según la psicóloga Debra Jackson, los ejercicios de relajación y el mindfulness son estrategias ejemplares para este propósito. ¿La conclusión? ¡El autoconocimiento es el primer paso de la superación personal!

Teniendo empatía

El psiquiatra Michael Rutter define la resiliencia como un proceso dinámico e interactivo entre las características y rasgos de una persona y el apoyo social que recibe. Asimismo, la empatía es la capacidad de percibir las emociones de los demás. Por lo tanto, ambos son fenómenos sociales, que parten de un ¨yo¨ hacia los otros y que solo podemos afianzar por medio de nuestra relación e interacción con los demás. Cultivar relaciones profesionales sanas con nuestros compañeros no solo mejora el clima laboral, sino que afianza el trabajo en equipo ante las adversidades que se puedan presentar en el entorno laboral.  

En conclusión, la resiliencia puede ser un escudo ante la adversidad, En el ámbito laboral, nos impulsa a perseverar ante las dificultades, a ser flexibles y confiar en nosotros mismos, enfocando la perspectiva en lo positivo, siempre y cuando regulemos nuestras emociones y no nos olvidemos de ser empáticos. Si imaginamos que cada acción detallada equivale a un pequeño escalón y si seguimos estos consejos, de poco a poco, iremos creando y subiendo por esta escalera de nuestra propia creación, la cual nos permitirá mejorar nuestra resiliencia en el ámbito laboral y acercarnos a un rendimiento profesional más eficiente y exitoso, pero por sobre todo, más humano.

Si lo que quieres es seguir potenciando el bienestar emocional de tus empleados, nosotros te podemos ayudar.

Referencias: 

-Rosas, M.J. (2017). Psicología Positiva: ¿cómo puedes ser realmente feliz?. Psicología y mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/psicologia-positiva

Cross, R., Dillon, K., & Greenberg, D. (2021). El secreto para desarrollar la resiliencia. Harvard Business Review. https://hbr.org/2021/01/the-secret-to-building-resilience?language=es

King, A. (2016). Neurbiology: Rise of resilience. Nature, 531, 18-1). )https://www.nature.com/articles/531S18a

Hunter, R., Gray, J. D., & McEwen, B.S. (2018). The Neuroscience of Resilience. Journal of the Society for Social Work and Research, 9 (2), 175-358. https://www.journals.uchicago.edu/doi/full/10.1086/697956

Martitegui, A, (2021). Rafaela Santos, experta en resiliencia: ¨El sufrimiento y la adversidad nos hacen más humanos¨. Nius. https://www.niusdiario.es/salud-y-bienestar/coaching/rafaela-santos-experta-resiliencia-sufrimiento-adversidad-hace-mas-humanos_18_3211695964.html

Ruiz, N., Bellosta, M., & Moya, L. (2016). Una alta resiliencia se asocia con una menor respuesta de cortisol al estrés agudo en cuidados de personas con Trastorno del Espectro Autista. XVII Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría INTERPSIQUIS 2016. https://psiquiatria.com/bibliopsiquis/una-alta-resiliencia-se-asocia-con-una-menor-respuesta-de-cortisol-al-estres-agudo-en-cuidadores-de-personas-con-trastorno-del-espectro-autista-el-efecto-mediador-de-la-ira

Rege, S. (2021). Neurobiology of Stress and Resilience. Psych Scene Hub. https://psychscenehub.com/psychinsights/neurobiology-of-stress-and-resilience/

Vallés, R. (2021). Cómo trabajar la resiliencia (o por qué no has de tener miedo al fracaso). El confidencial. https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2021-07-14/fracaso-resiliencia-esic-bra_3145515/

Sáenz, A. (2021). La empatía, la resiliencia y los empleos del futuro. La Nación. https://www.lanacion.com.ar/economia/empleos/opinion-la-empatia-la-resiliencia-y-los-empleos-que-habra-en-el-futuro-nid2607390/

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