Empresas
2/2/2022
7
min

Oportunidades y retos para líderes y managers en modelos de trabajo híbridos

La crisis del Covid-19 ha revolucionado la forma en la que trabajamos. El hecho de trabajar a distancia ha dado a las empresas la oportunidad de reinventarse, siendo mucho más flexibles o contratando talento de cualquier lugar del mundo. Sin embargo, conforme nos acercamos más a la normalidad, son cada vez más las compañías que apuestan por el trabajo híbrido, modelo en el que se combina el trabajo en remoto con el presencial, y con el que buscan sacar partido de las ventajas que ofrecen ambos modelos. 

Aunque este modelo está repleto de nuevas oportunidades, en lo referido a gestión del talento se puede crear un clima de inseguridad, por lo que se hace muy importante formar en nuevas habilidades y competencias a aquellos que encabezan estos equipos. Ellos serán los encargados de conducir y trasladar todos estos nuevos aprendizajes al grupo, definiendo así una hoja de ruta conjunta que les lleve al éxito. 

Por eso, desde Therapyside, os queremos mostrar aquellos puntos en los que tenemos que prestar especial atención para sacar el mayor partido a este nuevo modelo de trabajo. 

Espacio de trabajo 

El trabajo híbrido ha duplicado los espacios de trabajo, por lo que tenemos que asegurar que tanto los espacios colectivos, como aquellos más domésticos, sean ergonómicos. 

Cuando hablamos de espacios ergonómicos, no solo hablamos de que garanticen posturas correctas, sino también de que nos permitan tener movilidad, luminosidad, capacidad de concentración, etc. 

En este sentido, es muy importante trabajar en espacios que se adapten a las necesidades de nuestros profesionales y no al revés, ya que un equipamiento en el que los empleados se sientan cómodos va a mejorar de forma exponencial su bienestar físico y emocional. 

Cultura empresarial 

Cuando hablamos de cultura empresarial nos referimos al conjunto de normas, valores y creencias que forman parte inherente de una empresa y a la forma en la que sus profesionales piensan y actúan. En este sentido, y con la transformación de los espacios de trabajo, cada vez son más las empresas que trabajan en la construcción de una cultura que les represente y que todos sus profesionales deben llevar por bandera.

La cultura corporativa es clave para la retención del talento, ya que gracias a ésta trabajamos el sentimiento de pertenencia entre los empleados, que se convierten en el mejor embajador de marca, no solo para nuestros clientes, también para la captación de nuevos talentos. 

Pese a que nos encontramos en un momento histórico en el que las comunicaciones están más desarrolladas que nunca, el teletrabajo ha hecho que se pierdan las conexiones entre los empleados, ya que se pierde la espontaneidad del espacio de trabajo. Para poder potenciar este sentimiento de pertenencia con aquellos empleados que no vemos todos los días tenemos que trabajar en: 

  • La confianza. Es importante construir una relación con nuestros profesionales en la que nos acerquemos de una forma comprensiva y sin juicios a todas las personas que forman parte de nuestro equipo. De esta manera vamos a conseguir ser más cercanos y nos va ayudar a conocer de primera mano cómo actúan, piensan y sienten todos los miembros del equipo. Esto juega a favor de la empresa en la resolución conjunta de posibles problemas o conflictos, y además nos ayuda a sacar un mejor partido del potencial de cada una de las personas de nuestros equipos, ofreciéndoles un mayor potencial de crecimiento y satisfacción laboral. Trabajar la escucha activa es crucial a la hora de construir una cultura en la que todos se sientan representados. 
  • El reconocimiento. Cuando estamos trabajando con personas con las que no coincidimos todos los días, dar feedback continuo sobre el trabajo que estamos realizando es crucial. En muchas ocasiones este feedback lo que busca es localizar puntos de mejora, por lo que deberíamos dar nuestra opinión de la forma más constructiva posible. En otras, el sentido es celebrar los éxitos que tienen los integrantes de nuestros equipos (ya sea a nivel individual o colectivo), lo que nos ayuda a ofrecer un sentimiento de logro, y a convertir a los profesionales en miembros cruciales en la actividad que desarrollamos. 
  • Las capacidades de nuestro equipo. Cada uno de nosotros tenemos unas habilidades que nos diferencian de los demás, por eso, es importante conocerlos y trabajar en dinámicas de grupo en las que aprendamos los unos de los otros (ya sea a distancia o de forma presencial). 

Comunicación 

Cuando nos encontramos en un modelo 100% presencial, cada uno de los managers tiene más claro cómo comunicarse de forma más efectiva con cada miembro del equipo. Sin embargo, en modelos de trabajo en los que parte del equipo no coincide en un largo periodo de tiempo, tenemos que desarrollar estrategias para mantener la comunicación activa. Para ello, creemos que es importante centrarnos en estos tres aspectos: 

  • Cómo nos comunicamos.  Aunque ahora mismo contamos con muchos canales de comunicación que nos ayudan a estar en contacto unos con otros, muchas veces, y por la casuística de los mismos, perdemos parte vital de la comunicación, al no poder localizar aquellos aspectos clave de la comunicación no verbal. Esto puede derivar en malentendidos dentro del equipo y en pérdidas de información relevante para la consecución de las tareas.

Por lo tanto, es muy importante que todo lo que queramos comunicar lo hagamos de una manera transparente, clara, directa y, sobretodo, adaptando la forma en la que nos comunicamos de forma presencial a estos nuevos canales, animando a todos nuestro equipo a participar en una comunicación siempre bidireccional. 

  • Qué canales usamos. Lo primero de todo es saber cuáles son las herramientas que tenemos y con cuáles nos sentimos más cómodos. Una vez que tenemos esto claro, es muy importante que exista un canal en el que el manager pueda comunicarse con todo el equipo, y que aquellos que trabajan a distancia no sientan que están perdiéndose una parte crucial de la comunicación. Además es importante que al menos una vez a la semana todo el equipo se reúna para que pueda contar cómo ha ido su semana y cuáles son los retos a los que se enfrentará la siguiente.
  • Estar pendiente constantemente de los equipos. Al rotar el medio en el que trabajamos, nos damos cuenta de lo importante que es mantener la comunicación. Pero en este caso no queremos hablar solo del desarrollo de los proyectos o de aquellas tareas relacionadas estrictamente con lo laboral; sino de la necesidad de oír todo lo que sienten los compañeros, ya que así podremos anticiparnos y prevenir problemas más graves como pueden ser el burnout o la falta de motivación. La comunicación informal es un valor que no debe perderse, sino fomentarse desde la empresa.

Por ello, es importante tener un espacio de comunicación en el que tengamos esas conversaciones más informales que tenemos en la oficina, y que se trasladen al equipo en remoto. De esta forma, fomentamos el contacto entre los compañeros y ayudamos a encontrar puntos en común que nos unen como equipo. Un buen primer paso es hacer de estas charlas una rutina en los primeros/últimos minutos de las reuniones de grupo. 

Gestión de tiempo

Tal y como hemos aprendido en la pandemia, en muchas ocasiones no hemos podido divisar la línea entre el tiempo de trabajo y el de ocio. Para poder asegurar que nuestros profesionales cumplen con la desconexión digital debemos gestionar los tiempos de trabajo. 

  • Tiempos de trabajo. Al gestionarlos, estamos a tiempo de prevenir problemas de estrés o el síndrome de burnout. Para ello, los líderes no solo deberán estar al tanto del volumen de tareas que sus trabajadores están manejando, también deben ser su punto de apoyo; ofreciéndoles distintas formaciones en gestión del tiempo, teniendo reuniones individuales periódicamente para ver cómo se están gestionando y en qué puntos pueden necesitar ayuda. Por último, debemos fomentar tiempos de descanso en la jornada de trabajo, además de una desconexión que nos ayude a conciliar nuestra vida personal y profesional y que mejor ejemplo que nosotros como líderes seamos los primeros que hagamos una buena gestión del tiempo y un correcto apagado digital. 
  • Fijar objetivos de trabajo. En modelos de trabajo más tradicionales, uno de los mayores problemas ha sido el presentismo, entendido como aquellas personas que se encuentran en su centro de trabajo pero que dedican parte de su jornada a acciones completamente ajenas a sus tareas laborales. Sin embargo, con el trabajo en remoto, el presentismo no es algo que podamos controlar tan fácilmente, por lo que el trabajo por objetivos gana mayor protagonismo.  

Debemos definir de una forma clara y precisa los objetivos, tiempos y procesos de cada una de las tareas a realizar; ser capaces de decidir cuáles son urgentes e importantes para poder crear una jerarquía de prioridades a trabajar. También será bueno hacer reuniones periódicas en las que hablemos del estado de esas tareas y, una vez finalizadas, poder dar nuestro feedback para ver qué debemos mejorar, o bien recompensar. 

Employee engagement 

Cuando hablamos de employee engagement nos referimos al compromiso que adquieren los trabajadores de una organización para dar lo mejor de ellos mismos, lo que nos ayuda a conseguir el éxito profesional, además de reforzar el sentimiento de pertenencia de los mismos. Es esencial que los líderes sepamos cómo motivar a nuestros equipos, ya que de esta forma vamos a retener al mejor talento. No hay nada como encontrarse a gusto en un puesto de trabajo para querer quedarse. 

A través de un sistema de beneficios, como pueden ser los seguros médicos, formaciones e incluso cuidado a la salud mental de los profesionales, vamos a conseguir que todos los miembros del equipo se impliquen. Esto tiene además unos beneficios indirectos, como son la disminución del presentismo y del absentismo laboral. 

Además, es necesario trabajar en el crecimiento tanto de los líderes como de los demás profesionales, y por eso tenemos que fomentar nuevos retos y apostar por la implicación en los proyectos, a la vez que integramos el autocuidado en las rutinas de todos. 

Trabajar en la motivación es algo que tenemos que hacer día a día y que nos va a reportar ventajas en el largo y corto plazo, tanto para las compañías como a nivel más personal. 

Nuevos modelos de liderazgo nos dan la oportunidad de reinventarnos y, como managers, estamos ante un nuevo reto: somos los encargados de liderar a nuestros equipos y revolucionar los espacios de trabajo, ¿nos acompañas?

Si lo que quieres es seguir potenciando el bienestar emocional de tus empleados, nosotros te podemos ayudar.

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