Miedo al compromiso y cómo superarlo
En la actualidad, se suele asociar a las personas que evitan las relaciones a largo plazo con el miedo al compromiso. Normalmente este término se utiliza de forma casual, pero en realidad el compromiso y el miedo a enfrentarlo es un problema de gran complejidad. ¿Te has preguntado qué significa este término a profundidad?
El compromiso es un concepto que generalmente involucra dos aspectos fundamentales: dedicación y tiempo. Así pues, se define como el acto de destinar recursos mentales o físicos a una actividad o a una relación interpersonal. En este sentido, el temor a comprometerse se puede evidenciar en diferentes áreas de la vida del ser humano, y no sólo en las relaciones de pareja. Por lo tanto, puede referirse también al miedo a desarrollar amistades profundas, a la resistencia a asumir un puesto de trabajo duradero o la dificultad para tomar decisiones importantes.
No es sorprendente que este problema se haya visto acentuado en los últimos tiempos, pues la tecnología ha facilitado en tal medida la búsqueda de amor y trabajo a través de aplicaciones y sitios web, que ha abierto infinitas oportunidades y opciones, haciendo que la decisión de comprometerse con una sola de ellas pueda llegar a generar angustia.
Señales que podrían indicar problemas de compromiso
En el contexto de las relaciones románticas, alguien con problemas de compromiso a menudo demuestra falta de voluntad para entablar una relación a largo plazo, practicar la monogamia, vivir en pareja, casarse o hacer planes a futuro con un compañero.
Por su parte, reconocer las señales asociadas a la dificultad para comprometerse puede ser un desafío, ya que se requiere de un proceso de introspección para analizar los hábitos y patrones de cada persona de una manera abierta y honesta. En este sentido, es importante señalar que no existe un método para detectar este inconveniente, y que las personas que lo padecen podrían mostrar algunos de los indicios de los que hablaremos o ninguno en lo absoluto. Por lo tanto, el objetivo de esta lista es simplemente incitar al pensamiento crítico sobre nuestras elecciones o relaciones para ofrecer algo de claridad.
No querer nada serio
Querer tener citas casuales y evitar el noviazgo no supone automáticamente un miedo al compromiso. Sin embargo, si una persona siente constantemente la necesidad de terminar una relación en lugar de dejar que progrese naturalmente es posible que tenga algún temor no resuelto.
Ese sentimiento puede surgir sin que se comprenda por completo en un primer momento. Por ejemplo, si alguien recibe un “te quiero” por primera vez de su pareja, es lógico que se sienta feliz. Pero luego, puede que esa misma persona comience a sentirse ansiosa, a preguntarse sobre el porvenir y hasta podría llegar a la conclusión de que lo mejor sería alejarse. Además es probable que situaciones como éstas produzcan miedo a “quedarse atrapados” o a perderse de otras experiencias.
Empezar con el pie izquierdo
Las personas con miedo al compromiso a menudo entablan vínculos afectivos bajo el supuesto de que no funcionarán. En esencia, se planifican para el fracaso y no para el éxito, condicionando a que sus relaciones no superen la etapa inicial.
La aversión al compromiso también puede generarse al confundir la exaltación con la ansiedad. Cuando esto sucede, numerosas personas terminan una relación incluso antes de que comience, pues al sentirse nerviosas por la anticipación de conocer a alguien nuevo, confunden el sentimiento de euforia con angustia. Tomemos en cuenta que ambas emociones producen las mismas sensaciones fisiológicas en nuestro cuerpo.
No pensar en el futuro de la relación
En algún momento de una relación, la mayoría de la gente dedica al menos un poco de tiempo a pensar si la persona con la que están saliendo sería una buena pareja a largo plazo. De no ser así, es posible que se termine la relación y se siga adelante. Sin embargo, algunos individuos no piensan en el futuro en absoluto y simplemente se resisten a hacerlo.
Comprendamos que no tiene nada de malo querer disfrutar del presente. Estar en el aquí y ahora tiene sus beneficios, no obstante, una verdadera incapacidad o falta de voluntad para pensar en la próxima etapa de una relación podría sugerir un miedo al compromiso, especialmente si se trata de un patrón repetitivo.
Pasar mucho tiempo cuestionando la relación
Contrario a la señal anterior, tal vez una persona en efecto piense en el futuro de su relación. En algunas circunstancias, a pesar de tener fuertes sentimientos hacia el otro, no puede dejar plantearse escenarios hipotéticos y hacerse preguntas tales como qué pasará más adelante, si su pareja es la indicada o si de verdad se siente a gusto.
Es habitual hacerse preguntas como éstas de vez en cuando, en especial si se refieren a alguien con quien se comparte un vínculo amoroso. Sin embargo, cuestionar la relación constantemente, hasta el punto en el que pueda interferir en la pareja o causar intranquilidad emocional, podría sugerir un temor al compromiso.
No sentirse apegado emocionalmente
Si una persona construye un lazo emocional con su compañero y desea que la relación continúe, es más probable ponga el esfuerzo necesario para que se mantenga en el tiempo. Este esfuerzo es una muestra de dedicación y puede ayudar a aliviar la incertidumbre sobre el futuro de la relación, especialmente cuando ambos muestran un interés similar. Pero si no existe ningún vínculo emocional hacia la pareja, es posible que no le afecte perderla. Tomemos el caso común de dos personas que la pasan muy bien juntos, pero no se alarman ante la idea de no volver a verse nunca más.
A veces, no conectar emocionalmente solo significa que la persona con la que se está saliendo no es la adecuada. Sin embargo, si alguien aspira a tener una relación de larga duración y nunca logra involucrarse emocionalmente con un posible candidato, sería recomendable evaluar si el temor al compromiso podría estar frenándolo.
Tener dificultades para abrirse
La vulnerabilidad emocional generalmente ayuda a las parejas a consolidarse. En las relaciones estables, ambas personas aprenden sobre cada una en cantidades similares a medida que pasa el tiempo. Pueden hablar sobre su pasado, experiencias de la infancia, metas para el futuro, filosofía de vida y emociones, incluyendo los sentimientos mutuos.
Alguien que tiene dificultades con el compromiso puede no abrirse fácilmente, incluso después de que pasen los meses. Por lo tanto, sus conversaciones se mantienen casuales, pero no íntimas. Una limitación para conversar sobre sentimientos o experiencias profundas puede significar que una persona necesite un poco más de tiempo. No obstante, también podría relacionarse con el miedo a comprometerse.
Causas de problemas de compromiso
Existen una serie de factores que pueden ocasionar problemas de compromiso. Estas causas a menudo están relacionadas con miedos asociados a las relaciones de pareja, como por ejemplo el miedo a ser lastimado, a estar con la persona equivocada o a que no funcione de forma duradera. Además, si una persona ha experimentado un trauma en una relación pasada o una ruptura difícil, estos temores podrían verse agravados. Otros factores pueden provenir de las experiencias de la infancia durante la crianza y de las dinámicas familiares aprendidas.
Sin duda, la complejidad del origen de este inconveniente dificulta la distinción entre alguien que no quiere comprometerse y alguien que está lidiando con otros problemas psicológicos. Por eso, enfocarse en la introspección puede ayudar a superarlo en gran medida, siempre que exista una disposición para hacerlo.
¿Cómo superarlo?
Si un individuo desea atender sus problemas de compromiso, podría hacer uso de alguna de las siguientes técnicas para profundizar sobre el tema y entenderlo. El objetivo es que cada una de ellas pueda contribuir a vencer sus miedos y sentirse lo suficientemente fuerte como para establecer una relación saludable, dedicada y gratificante.
• Terapia individual: Un buen terapeuta puede ayudar a una persona a identificar sus problemas de compromiso y las causas que lo han originado. Comprender la raíz del miedo es clave si se desea hacer un cambio de comportamiento y patrones de pensamiento.
• Terapia de pareja: Si ambos están dispuestos, la terapia de pareja puede ser una forma maravillosa de construir una relación más sólida basada en la confianza y la comunicación, ya que estos factores son fundamentales para superar los problemas de compromiso.
• Comunicarse: La comunicación es una habilidad en la que todos podemos mejorar. Si un individuo sabe que tiene problemas de confianza y compromiso, aprender a hablar con la pareja y a explicar sus emociones realmente puede permitir que ambos lleguen a un mejor lugar.
• Practicar hábitos juntos: Si ambos compañeros están dispuestos a dedicar tiempo para que su relación tenga éxito, pueden practicar juntos en desarrollar hábitos que refuercen su compromiso mutuo. Se trata de pequeños pasos sobre los que se puedan progresar en el tiempo. Por ejemplo, podrían comenzar por pasar una noche juntos, planificar un viaje de fin de semana o simplemente tomarse de la mano en público.
Es importante insistir en que no hay nada de malo en no estar preparado para una relación, o incluso en no desearla en absoluto. Por su parte, si una persona sospecha que su incapacidad para dedicarse por completo a una relación se interpone en el camino de su propia felicidad, es relevante que busque explorarlo, preferiblemente en el espacio de la terapia.
Finalmente, recordemos que las listas no pueden identificar o tener en cuenta todo lo que sucede en una relación, así que se deben tomar con cuidado. Por tanto, que una pareja muestre alguna de las señales de las que hemos hablado, no significa que la relación está condenada. Asimismo, se debe tener en cuenta que compromiso no es lo mismo que amor y que es completamente posible amar a otra persona y aun así tener miedo a comprometerse.
En Therapyside encontrarás profesionales que te pueden aconsejar, apoyar y ayudar a alcanzar tu mejor versión.