Crecimiento personal
25/4/2023
7
min

Hábito de lectura: sus beneficios psicológicos y cómo establecerlo

La lectura es una actividad que no sólo permite conocer más el mundo que nos rodea, sino que tiene múltiples beneficios para nuestro bienestar psicológico y crecimiento personal. No obstante, en ocasiones muchas personas pueden tener dificultades para generar un hábito de lectura. Algunas de las razones para esto pueden incluir no tener tiempo para hacer la actividad, problemas para tener espacios adecuados o no encontrar qué género o tipo de lectura se puede tener más afinidad, entre otras. 

Por tanto, para poder construir un hábito de lectura cuando no se tiene tiempo, es necesario reconocer que es una actividad compleja que involucra diferentes áreas cerebrales, establecer cuáles son sus beneficios y tener presentes ciertas recomendaciones para su ejecución.

La lectura y el cerebro

La lectura es una actividad cognitiva compleja que involucra diferentes áreas y procesos cerebrales. De acuerdo con el neurocientífico Stanislas Dehaene,  al leer el cerebro debe codificar las imágenes, palabras e incluso colores para poder comprender su significado. Para que se pueda leer y comprender se activan varias zonas cerebrales: 

  • Corteza visual: es la primera región del cerebro que se activa en el momento de leer, puesto que procesa toda la información visual.
  • Corteza visual asociativa: permite asociar las palabras que se leen con su significado, al igual que permite generar relaciones entre ideas.
  • Área de Wernicke: es el área principal para la comprensión del lenguaje verbal y escrito.
  • Área de Broca: es una región del cerebro que colabora en el procesamiento del lenguaje, pero tiene la función principal de producir el habla y la expresión escrita.
  • Corteza prefrontal: entre sus múltiples funciones se destaca la atención sostenida para concentrarse en la lectura.

Asimismo, otra área asociada con la lectura que se sigue estudiando es el sistema límbico, encargado de la regulación emocional. De hecho, la lectura involucra procesos como la memoria y el aprendizaje, por lo que se requiere de una gran conectividad cerebral. Se ha encontrado que las personas que leen frecuentemente tienen mayores niveles de conexión cerebral, lo que genera beneficios para la cognición, el procesamiento, la atención y la capacidad de aprendizaje, entre otras.

Un dato curioso es que la evidencia científica ha comprobado que ciertos géneros de lectura pueden activar diferentes áreas cerebrales, es decir, se procesan de forma distinta. En algunos estudios se encontró que la lectura de poesía activa regiones cerebrales involucradas en la memoria y la percepción emocional, mientras que la lectura en prosa activa más áreas relacionadas con la comprensión del lenguaje y la atención. No obstante, este es un tema que se sigue investigando en la actualidad. 

Beneficios psicológicos de la lectura 

La lectura, al igual que otros campos relacionados con el arte, la creatividad y la imaginación, puede tener una gran cantidad de beneficios psicológicos. Los más relevantes son: 

  • Promueve la concentración: desarrolla habilidades para mantener la atención durante un periodo de tiempo establecido, incluso con distracciones externas.
  • Mejora procesos cognitivos: la lectura frecuente puede contribuir a la memoria, el aprendizaje, a la toma de perspectiva y al aumento del vocabulario y la comprensión del lenguaje.
  • Desarrolla la creatividad: puede inspirar a las personas con el uso de la imaginación, al tener nuevas ideas y formas de ver el mundo y al promover el juicio crítico. 
  • Fomenta la empatía: puede mejorar la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones y pensamientos, al igual que ayuda a conectar con otras personas.
  • Reduce el estrés: se ha encontrado que la lectura puede ayudar a disminuir los niveles de estrés y ansiedad si se hace de forma frecuente. 
  • Mejora la calidad del sueño: al reducir el estrés, puede ser un gran potenciador para conciliar el sueño, especialmente si se tiene un hábito de lectura antes de dormir. 
  • Fomenta el bienestar emocional: puede proporcionar una sensación de satisfacción personal y mejora de calidad de vida, sobre todo si se llega a tener una conexión emocional con aquello que se lee. 
  • Contribuye al crecimiento personal: la lectura puede incrementar los niveles de introspección y la confianza en uno mismo, así como mejorar la forma de afrontar los problemas cotidianos.

Cómo establecer un hábito de lectura cuando no tienes tiempo

En términos generales, la lectura es una actividad sumamente beneficiosa para la salud mental y el crecimiento personal pero, muy a menudo, nos encontramos sin mucho tiempo que poder dedicarle. Con el objetivo de desarrollar y establecer un buen hábito de lectura, en especial cuando no disponemos de tiempo, compartimos algunas recomendaciones: 

1. Establecer metas y objetivos realistas

Cuando se quiere empezar a establecer un hábito de lectura, se debe reconocer que un hábito es difícil de construir y requiere entender que pueden existir muchas dificultades para su realización. Para afrontar las dificultades es importante reconocer, en primer lugar, cuál es la motivación principal para generar el hábito. Tener esto presente puede incrementar la posibilidad de su realización. 

Igualmente, es relevante tener presente las metas realistas y poco realistas que nos estamos proponiendo. Por ejemplo, intentar leer un libro a la semana cuando no se tiene el hábito es probable que sea una meta poco realista y no se consiga. Por otro lado, leer de 10 a 15 minutos al día e ir incrementando la frecuencia a medida que nos sintamos preparados sí podría ser una meta realista. De esta manera, se promueve la calidad de lectura y no tanto la cantidad. 

2. Elegir los géneros de lectura adecuados

Dado que se requiere que la lectura sea un hábito gratificante, es necesario que se escojan lecturas que generen un interés personal particular. Esto aumentaría los niveles de motivación con respecto a la actividad. Se ha encontrado que el realizar hábitos como la lectura con genuino interés y por placer, incrementa el bienestar psicológico, el estado de ánimo y mejora las calificaciones escolares. 

Por tanto, se recomienda aproximarse a diferentes géneros de lectura hasta encontrar alguno que despierte interés, genere entusiasmo y motive a seguir leyendo. Sin embargo, si se desconocen los géneros o no se sabe qué leer, es aconsejable empezar por hablar con personas cercanas que puedan darnos recomendaciones basadas en su propio interés. 

3. Buscar y tener un espacio propicio

Encontrar un espacio y un ambiente determinado para leer se vuelve una tarea difícil, sobre todo si no se tiene mucho tiempo para ello. No obstante, eso es vital para poder generar un buen hábito de lectura. Un elemento importante es poder tener espacios determinados para leer que sean cómodos y, en lo posible, libres de ruidos y de distracciones. Para lograr esto, el primer paso sería intentar asociar la lectura con momentos y actividades específicas. Por ejemplo, leer antes de dormir en la cama o al levantarse en una habitación tranquila. 

Ahora bien, esto también depende de las personas y de la forma en la que se desea construir  el hábito. Por ejemplo, existen personas que pueden leer sin importar las distracciones como en un medio de transporte con mucho ruido. Sin embargo, se recomienda empezar con un ambiente más tranquilo y sin distracciones para, posteriormente, ir expandiendo la actividad a otros espacios y ambientes. 

4. Establecer una rutina específica

Establecer una rutina diaria puede ayudarnos a consolidar un hábito de lectura. De acuerdo con diversos investigadores, para construir un hábito de lectura se requiere de una alta frecuencia y constancia en la actividad. Más allá de la planeación de la actividad, es necesario trabajar en la consistencia, es decir, en intentarlo a pesar de las dificultades. 

Para lograr lo anterior, se recomienda establecer una rutina específica para lectura con su espacio y tiempo determinado. Intenta escoger un horario fijo durante la semana para leer frecuentemente. Puede ser, por ejemplo después del trabajo, antes de dormir. Es normal que no todos los días o no todo el tiempo se pueda hacer la actividad por diferentes motivos, pero lo importante es poder mantener la persistencia y el esfuerzo por intentarlo.  

5. Compartir y debatir lo que se ha leído

Compartir en contextos sociales lo que se ha leído puede incrementar la motivación y el establecimiento del hábito. A partir de diferentes estudios sobre formación de hábitos, se ha encontrado que actividades de lectura sociales como clubs de lectura contribuyen a enriquecer las habilidades de lectura en personas de cualquier edad. Asimismo, algunos beneficios de los clubs de lectura se asocian con la mejora de relaciones interpersonales, la planificación y consistencia, el pensamiento crítico y la educación en valores. 

Además, compartir lo que se ha leído con personas significativas, como familiares o amigos, ayuda a mejorar las habilidades de comprensión lectora, toma de perspectiva y opiniones. De este modo, se podrá incrementar la motivación y satisfacción personal con el hábito. 

6. Buscar apoyo profesional para el establecimiento de hábitos

Los profesionales de psicología brindan una amplia variedad de servicios psicológicos, entre los que se encuentra el desarrollo de hábitos. Es importante señalar que normalmente generar un hábito es el tema clave y no el contenido del hábito en sí. Un profesional de la psicología puede ayudar a identificar las barreras y desafíos que existen para establecer un hábito saludable, desarrollar habilidades para establecer objetivos y ser consistentes, trabajar en la motivación, incrementar los niveles de atención y concentración y aprender técnicas del manejo del tiempo. 

Algunas terapias basadas en evidencia científica como la terapia cognitivo-conductual o estrategias de mindfulness han demostrado eficacia en el establecimiento de hábitos y en la contribución al crecimiento personal. Adicionalmente, contar con un profesional de la psicología puede ayudar a monitorizar la realización del hábito, su generalización a otros campos y puede ser un apoyo social relevante para poder establecerlo adecuadamente. 

En Therapyside encontrarás profesionales que te pueden aconsejar, apoyar y ayudar a alcanzar tu mejor versión.

En síntesis, establecer un hábito de lectura no es una cuestión de tener tiempo, sino de la disciplina y voluntad de realizar una conducta. Por eso, es importante entender que la lectura es una habilidad compleja que requiere del procesamiento de muchas áreas cerebrales, pero que genera múltiples beneficios para el bienestar psicológico y el crecimiento personal.