Sexualidad
30/5/2022
7
min

5 mitos sobre la sexualidad

La sexualidad ha estado siempre rodeada de mitos y tabúes que han desvirtuado y desviado la atención de lo que realmente es y su importancia a la hora de constituirnos como seres sexuados. Tomando en cuenta la seguridad y confidencialidad del espacio terapéutico, es natural que los pacientes sientan la comodidad de hablar sobre su sexualidad de forma honesta y abierta, principalmente con el objetivo de aclarar sus dudas producto de la desinformación y ajustar sus expectativas asociadas a este tema. Después de todo, los psicólogos son de gran ayuda para educarse sobre cómo mantener relaciones sanas, y el sexo no es una excepción. 

Por ejemplo, es común observar que algunas parejas se sientan satisfechas con una vida sexual poco activa. Además, existe la falsa creencia de que ambas personas dentro de una relación deben sentir siempre el mismo nivel de deseo y se piensa que el objetivo final del sexo es el orgasmo, lo que conduce en ciertos casos a fingirlo por miedo a decepcionar al otro.

En este sentido, abordaremos cinco de los mitos más comunes sobre el sexo que provocan gran parte del estrés asociado a la intimidad. El objetivo es que después de leerlos, se tengan expectativas más claras, así como una comunicación más abierta y honesta sobre lo que ambos esperan de su sexualidad.

Las parejas felices tienen relaciones un número determinado de veces al mes.

El número de veces que una pareja tiene relaciones sexuales al mes no es un factor concluyente de la calidad de su vida íntima. Si ambas personas se encuentran satisfechas, incluso si se trata de un número reducido, entonces eso es todo lo que interesa. Tomemos en cuenta que no existe una fórmula ideal asociada a la frecuencia con la que una pareja debe tener relaciones sexuales para sentirse feliz. Ahora bien, si ambos están descontentos con la regularidad con la que tienen relaciones sexuales, entonces es hora de hablarlo, preferiblemente en terapia con ayuda de un profesional.

Es normal que el deseo sexual fluctúe a lo largo del tiempo y no es sorprendente que las parejas estén dispuestos a tener relaciones sexuales en diferentes momentos. Si pensamos en otras de las necesidades fisiológicas definidas por el psicólogo Abraham Maslow como el descanso y la alimentación, nos daremos cuenta de que no todas las personas las experimentamos al mismo tiempo. Por lo tanto, si se desea aumentar o disminuir la actividad sexual, la comunicación es primordial para garantizar que se satisfagan todas las necesidades de ambos.

Es importante considerar también que la calidad del placer sexual debe sobreponerse a la cantidad. Por consiguiente, es probable que una experiencia sexual positiva en una semana suponga una mayor satisfacción de la pareja que mantener relaciones sexuales todos los días en las que no se ponga mucho esfuerzo.

Los hombres tienen un mayor deseo sexual que las mujeres

Ciertamente, en la actualidad existe una mayor apertura sobre el sexo y la sexualidad que en las generaciones anteriores, pero a menudo esa apertura no se extiende a la capacidad de expresar nuestras propias necesidades y deseos. Mucho de esto tiene que ver con las normas de género y socialización. Las películas, la televisión y la pornografía nos enseñan que los hombres suelen llegar al orgasmo fácilmente y que siempre están dispuestos a tener sexo, lo que en realidad no es correcto. Este es uno de los mitos más errados y perjudiciales, pues conduce a problemas en la pareja cuando el hombre no toma la iniciativa todo el tiempo. En consecuencia, el hombre podría sentirse inadecuado por no encontrarse a la altura de la versión de masculinidad de la sociedad. Por su parte, la mujer a menudo es personificada de una manera que estigmatiza la sexualidad femenina. Por consiguiente, podría experimentar vergüenza por ser considerada demasiado atrevida, o sentirse insegura por suponer que su pareja no se tiene atraída por ella si no da el primer paso.

Es relevante que este concepto se corrija para todos los tipos de relaciones, incluso entre personas del mismo sexo, pues la líbido varía entre todos independientemente de la orientación sexual. Cada individuo necesita poder discutir expectativas, niveles de comodidad y deseos, ya sea en una relación romántica comprometida o en una relación casual.

Las relaciones sexuales son mejores si son espontáneas

La espontaneidad es vista comúnmente como un ideal a la hora de tener relaciones sexuales. Si bien es cierto que es un elemento que puede intensificar la experiencia sexual, no siempre es posible tener sexo sin planificación. Una vez más, vemos esto regularmente en las series y películas en las que las parejas se buscan exactamente al mismo momento, se dejan llevar por el placer y terminan conversando entre suspiros y abrazos.

Por el contrario, la realidad es que la logística en una relación de pareja suele ser mucho más difícil de navegar, y el resultado final es menos equilibrado y perfecto. La falta de tiempo, el cansancio y las cargas laborales y emocionales, pueden conducir a una menor frecuencia y a una reducción de la calidad de la intimidad. Por esta razón, en lugar de esperar a tener experiencias espontáneas, la programación es considerada como una buena opción para atender este inconveniente. Además, la expectativa y la fantasía erótica podría aumentar durante la espera, haciendo que el sexo sea más placentero.

El orgasmo es la meta del sexo

La manera más sencilla de eliminar la diversión en el sexo es creer que debe finalizar de cierta manera. De ser así, es probable que, en lugar de disfrutar el momento, la preocupación por conseguir el orgasmo prevalezca.

Se ha descubierto que en algunos casos las personas obtienen una sensación de logro al llevar a su pareja al orgasmo, asociada con la autovalidación. No obstante, el sexo se trata del placer y, el orgasmo, es simplemente una de sus muchas señales. Explorarse mutuamente y probar prácticas diferentes, en lugar de apresurarse hacia un objetivo, es lo que lleva a una mejor conexión y disfrute. Además, cambiar la meta del orgasmo por la exploración también es una forma de protegerse contra la decepción, ya que no siempre está garantizado que ambos lleguen al clímax. En este sentido, se debe evitar fingir el orgasmo, ya que, si el sexo no se siente tan bien pero se finge que se está disfrutando, es comprensible que la otra persona siga haciendo todo aquello que cause desagrado. Recordemos que el aprendizaje siempre juega un papel fundamental en una vida sexual gratificante y para ello es imprescindible una buena comunicación.

El período de luna de miel de una relación no dura para siempre

Es cierto que la vida sexual de una pareja cambiará con el tiempo, pero el cambio no tiene por qué ser negativo. De hecho, el sexo puede mejorar y mejorará con el tiempo si se comunican y continúan alimentando su relación. Cuando se tiene una mayor intimidad emocional, se aumenta la capacidad de tener una mayor intimidad física.

Conjuntamente, existe el mito de que las relaciones sexuales tienen que ser siempre románticas y tiernas, sin embargo, una experiencia sexual gratificante puede verse de muchas maneras. Así pues, es recomendable mirar el sexo desde la perspectiva del juego. Cuando usamos la palabra 'jugar', estamos más abiertos a la idea de que el sexo pueda ser imperfecto.  Indudablemente, el sexo debe implicar un proceso de descubrimiento compartido en donde exista la apertura para aprender y entender qué es lo que nos gusta, qué es lo que le gusta a la otra parte y dar lugar a un momento óptimo y de disfrute.  

Los mitos alrededor de la sexualidad son fruto de silenciar las dudas y dejarse llevar por el desconocimiento. Es entonces cuando los chismes, dimes y diretes aparecen, y así los mitos tratan de explicar lo que no se ha aprendido, desde la desinformación y el miedo.

Consideremos que la sexualidad nos conforma y es parte de nuestra identidad. Nos expresamos, relacionamos y amamos a través de ella y no es únicamente la manifestación de una función biológica destinada a la reproducción. Por último, podríamos preguntarnos: ¿Cómo nos pueden afectar estos mitos o tabúes en nuestro día a día? Como ya hemos visto, estos pensamientos y creencias erróneas pueden determinar la forma en la que cada persona vive y se comporta a nivel sexual, así como la satisfacción o insatisfacción en sus relaciones sexuales.

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